La dictadura del habla. Por el Odontólogo Klórpseti
Hoy vino un paciente para atenderse, ya había venido veces anteriores, lo conocía. Era buen tipo. No se quejaba con el torno ni con la anestesia.
Hoy tenia que hacerle un conducto, y eso me daba placer, ya que implicaba 1 hora sin que él pueda hablar y pudiendo yo hablar de lo que se me antoje.
Que buena ventaja. Apenas llegan les enchufamos esa "aspiradora chupa saliva" (algo así como el "enano chupa tierra" del querido Carambula) y ahí cagaron!. Quien puede hablar? yo. Quien no? Ustedes. O sí, pueden, pero parecen gangosos y eso es un alivio para nosotros.
Porque cualquier otro Dr. se tiene que bancar que le digan, que le hablen de cosas que no interesan, pierden tiempo hablando de boludeces. Pero nosotros no. Llegan, hablamos dos o tres palabras, les enchufamos (como mínimo) la aspiradora chupa saliva y a disfrutar del silencio, o del habla, nuestra habla.
Aprovechando que estaba mi asistente, pude mantener una conversación con él, por ejemplo cuando le conté que "Odontología Integral Adultos", la había pasado safando, copiándome. En ese momento mi paciente abrió los ojos, desesperado...pero no pudo hablar.
Tenemos el poder de la palabra, y nos encanta.
Gracias a El Tolo, por otorgarme este espacio.